El Conjunto Monumental de Igartza tiene su origen a finales del siglo XIV. Los visitantes que se acerquen hasta Igartza, podrán conocer de primera mano la historia de este lugar tan importante y los cambios que se han ido sucediendo a lo largo de los siglos. Los edificios que componen el Conjunto son testigo de todo ello; así, con la visita de la ermita, el palacio, la presa, la ferrería y el molino, es posible conocer la fascinante historia de Igartza.
IGARTZA, REFERENTE EN LA PRODUCCIÓN DE HIERRO
Desde finales de la Edad Media y hasta el siglo XIX, una de las principales actividades económicas en Gipuzkoa fue la elaboración del hierro y las ferrerías hidráulicas constituyeron la infraestructura tecnológica fundamental que soportó esta industria. Producían hierro para después manufacturarlo, para la fabricación de utensilios, aperos de labranza, clavos, etc. La ferrería de Igartza se convirtió en referente de la producción de hierro, sirviéndose para ello de la madera de los bosques cercanos, del mineral de hierro obtenido de las minas de la comarca y de la energía hidráulica obtenida del rio Oria. Las primeras menciones datan del siglo XV. Hoy se conservan los restos de la ferrería reconstruida en 1782 y del crisol de los siglos XIV y XV.
En el año 1860, dos miembros de las familias que explotaban las ferrerías de Igartza e Ihurre, Domingo Goitia y Martin Usabiaga, junto con Francisco de Arana, crearon, un kilómetro río abajo, la Fabrica de Hierros San Martín,el segundo alto horno del País Vasco.Después, la fábrica pasó a llamarse Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF).
UN TESORO EN FORMA DE MADERA
Las aguas del rio Oria accionaban la maquinaria de la ferrería. Para ello, fue necesaria la construcción de una presa que permitiría el embalsamiento del agua que, a través de un canal, se conduciría a la antepara situada junto a la ferrería para después accionar las ruedas hidráulicas. Hoy podemos visitar la antepara construida en 1782, que se ha conservado casi en su totalidad, y la presa de madera construida en 1568 que es un testimonio único de ingeniería en madera y la única de sus características en exposición pública en todo Europa. Está formada por una gigantesca estructura de grandes vigas de madera colocadas unas encima de otras, de manera escalonada, y presenta el frente cubierto de tablazón calafateado.
LAS POSESIONES DE LOS NOBLES A DISPOSICIÓN DE LOS CIUDADANOS
La ferrería de Igartza no solo es testigo de la tradición industrial, sino también es reflejo del contexto de la Edad Media, por cuanto forma parte del Conjunto Monumental de Igartza, visitable en su totalidad.
Por un lado, el palacio que preside el conjunto, es reflejo de la posición de los nobles. Fue construido por orden de María de Igartza a finales del siglo XV y reconstruido en torno a 1530. Presenta una planta cuadrangular organizada en torno a un gran patio central. Destaca la estructura de madera de su planta superior. En la parte anterior al palacio podemos presenciar restos de la base de la Casa-Torre de finales del siglo XIV y de su muralla.
Por otro lado, la ferrería y el molino, representan las fuentes de ingreso de los nobles. La descrita infraestructura hidráulica permitía el accionamiento del mecanismo del molino, donde se obtenía la harina con la que producirían después el pan. Las primeras menciones del molino de Igartza nos llevan al año 1431. Sin embargo, el molino que ha llegado a nuestros días y cuyo mecanismo se puede ver en funcionamiento, fue construido en 1740.
Para finalizar, el conjunto se completa con la venta caminera de 1611 —que actualmente alberga un hotel—, el puente del siglo XVI y la ermita del siglo XVII, los cuales son muestra de la importancia del cruce de caminos que dio origen a este asentamiento.